Para
mis amigas: realmente todo está en la mente y en lo que queremos escuchar, no
podemos permitir que ellos (amig@, madres, ti@s, herman@s-que nos aman- obviamente)
nos lleven a pensar que estamos solas. También es deber seguir amándonos y reconociéndonos.
El amor depara dos máximas
adversidades de opuesto signo: amar a quien no nos ama y ser amados por quien
no podemos amar.
Alejandro Dolina
Referencias
El 14 de febrero se celebra
el Día de San Valentín en varios países, aunque también se celebra en otras
fechas, por ejemplo en Colombia es el
tercer sábado del mes de septiembre y se le llama el día del amor y la amistad,
en Bolivia es el 23 de julio y en Brasil el 12 de junio; entre otros.
El día de San Valentín es
una celebración instalada en países
anglosajones, que se ha ido radicando como costumbre en otros países. La idea
de esta comercial celebración es que las parejas de enamorados “expresen” su
amor mutuamente.
La historia del Día de San Valentín:
su origen se remonta a la época del Imperio Romano.
San Valentín era un
sacerdote que hacia el siglo III ejercía en Roma. Gobernaba el emperador
Claudio II, quien decidió prohibir la celebración de matrimonios para los
jóvenes, porque en su opinión los solteros sin familia eran mejores soldados,
ya que tenían menos ataduras.
El sacerdote consideró que
el decreto era injusto y desafió al emperador. Celebraba en secreto matrimonios
para jóvenes enamorados (de ahí se ha popularizado que San Valentín sea el
patrón de los enamorados). El emperador Claudio se enteró y como San Valentín
gozaba de un gran prestigio en Roma, el emperador lo llamó a Palacio. San
Valentín aprovechó aquella ocasión para hacer proselitismo del cristianismo.
Aunque en un principio
Claudio II mostró interés, el ejército y el Gobernador de Roma, llamado
Calpurnio, le persuadieron para quitárselo de la cabeza. El emperador Claudio
dio entonces orden de que encarcelasen a Valentín. Entonces, el oficial
Asterius, encargado de encarcelarle, quiso ridiculizar y poner a prueba a
Valentín. Le retó a que devolviese la vista a una hija suya, llamada Julia, que
nació ciega. Valentín aceptó y en nombre del Señor, le devolvió la vista.
Este hecho convulsionó a
Asterius y su familia, quienes se convirtieron al cristianismo. De todas
formas, Valentín siguió preso y el débil emperador Claudio finalmente ordenó
que lo martirizaran y ejecutaran el 14 de febrero del año 270. La joven Julia,
agradecida al santo, plantó un almendro de flores rosadas junto a su tumba. De
ahí que el almendro sea símbolo de amor y amistad duraderos.[1]
En los últimos meses el tema de tener
pareja (a los 34 años) o no, ha sido tema de desayuno, almuerzo cena y entre
comidas. Se ha convertido en una muerte en vida, en conversación diaria, y más
si los días no son tan lindos como espero.
Pero, hoy 14 de febrero acá en Buenos
Aires, Argentina podría ser para algunas mujeres una hecatombe, el fin de los
días o un ridículo despliegue de llanto y ansiedad por aquello que no se tiene;
pareja, un hombre, un novio, un esposo, un algo; un compañero, un…(En parte…eso
sucede por el pensamiento occidental más aun en América latina, en Colombia o
en Argentina, por no nombrar el resto de países con mentalidad social
estructurada en lo que a cierta edad se debe hacer y se debe vivir. Si no es
así, eres juzgada, tildada, sí, “la dejó el tren”) En fin, acá comienza mi
visión al respecto.
Sonará lo que escribo como un escape a
lo que vivo. Realmente lo que quiero es que hagamos un pare, sí, un cortar con
el drama como dice mi amiga Sandra Portela; como un pare de sufrir, no el de la
Iglesia Universal del Reino de Dios, sí, un pare de sufrir en el que nos demos
cuenta de lo que tenemos, somos y hacemos por nosotras mismas, es decir no es
necesario tener un hombre al lado para ser felices (desde lo que para cada una
sea felicidad, más aun, si creen en la felicidad) o estar completas, o sentirnos
en paz.
Como escribió Salomón en Eclesiastés[2], todo tiene su tiempo. Todo
tiene su tiempo, incluso la “soledad”. Es nuestro tiempo de estar “solas” de
vivir lo que vivimos, de aportar a la sociedad como individuos, de amarnos a
cada instante como somos: bajitas, altas, flacas, no tan flacas, etc, de conocernos
realmente como funcionamos solas, de perseguir esos sueños y seguir en la lucha
de lo que queremos (aunque suene cliché). Es así. Un día llegará esa persona
que nos acompañe y a quien entregaremos todo ese amor que nos sale por los
poros y seguiremos siendo felices, no más, no menos, simplemente felices. No es
cuestión de afán, no hay apuro.
Así como hemos hablado, hablado y
hablado de lo solas que nos sentimos, también he notado lo felices que somos,
todo lo que compartimos, las experiencias que vivimos todos los días, lo lindas
e inteligentes que somos (no somos sólo lindas) y más aun el gran corazón que
tenemos para brindar amor, no sólo entre nosotras o nuestros amigos, también
con los que no lo son y nos necesitan; he visto un derroche de amistad, de
solidaridad, de entusiasmo. Una capacidad única para afrontar lo no tan bueno
que nos pueda pasar, de ayudar al prójimo y de levantarnos cuando hemos caído.
Así que hoy 14 de febrero, Día de San
Valentín no nos cortaremos las venas, ni somatizaremos, tampoco haremos show de
llanto. Seremos las mismas lindas e inteligentes mujeres de todos los días, realizando
nuestras normales actividades y siendo ejemplo para muchas mujeres “solas”. Si
quieren pueden hacer catarsis gritando
de lo fría que esta el agua en la piscina luego del bronceado, o viendo una
peli, o caminando por los bosques de Palermo, o al leer un lindo libro, etc…
Si San Valentín es santo del amor yo
hoy voy amar la cultura, (palabras de Angélica López). Iré con mis amigos a Ver Chocó- espacio
publicitario- una película colombiana del director Jhonny Hendrix Hinestroza,
en la que muestra otro tipo de amor.
Pensamiento.
El amor es el mayor mandamiento, el más
grande de los sentimientos, la razón de existir en el mundo. Dios nos dio el
don de amar y de compartirlo con los otros, cuando hablo de otros, hablo del
que lo necesita. Estoy segura que cada una de nostras y que tú (amiga y amigo
que lees esto), tenemos la responsabilidad de amar. No sólo amar a un hombre, a una
pareja, sí, de amar a todos sin excepción, como nos amó Dios desde siempre,
hasta siempre.
¡Feliz día a todos los enamorados!
Nota:
Prometo escribir el próximo 14 de febrero
o tercer sábado del mes de septiembre cuando esté enamorada.