Para mi amada sobrina.
Habrán días en que te sentirás muy
feliz, otros en que no tanto, habrán días que te vas a querer comer el mundo, yo
te ánimo, hazlo! La vida tiene tantas
cosas hermosas que no vale la pena detenerse en pensar en los días
no tan felices.
Sé feliz como consideres que
viene la felicidad, canta, sueña, ríe, ríe mucho, no dejes de hacerlo; estoy
ciento por ciento segura que reír sana.
No te separes nunca de Dios, cree
en tus principios, cree en ti, en tus habilidades, en tu belleza, en tu
inteligencia, en tu sabiduría. No dejes de amarte.
No olvides la bondad, amar al prójimo, a los tuyos y a los “otros”,
sigue llevando y alimentando tu corazón de hospitalidad; es lo más gratificante
para el alma.
Estudia, lee, crece
intelectualmente, aprende, actúa, investiga, sé curiosa; analiza; no olvides
tus sueños, créelos y realízalos.
Sigue siendo valiente y
esforzada, cuando las cosas son difíciles de alcanzar la gratificación es enorme.
Nunca te habitúes a las trágicas noticias
que ves a diario, ora, ora, no importa que no conozcas a los implicados.
Cultiva tu capacidad de sentir,
siente cada instante, cada momento, con toda tu mente; tu alma y tu cuerpo.
Sé fiel al significado de tu
nombre (amiga), crear verdaderas amistades es regocijo para el alma y el espíritu.
Abraza, extiende tu mano,
acaricia, consuela, escucha, habla, sonríe, entrega; ánima, llama, y nuevamente
abraza.
No te preocupes por nada, ocúpate,
así encontraras la solución.
Recuerda que ser mujer es la
mejor de las experiencias de vida, disfrútalo, vívelo y comunícalo; que todos
sepan la bendición que recibiste.
Nota de amor:

Te amo hermosa sobrina, obra de
Dios, el creativo y diseñador número uno.