En el país de la Pasión futbolera
Referencia.
Definición de Pasión que
da la Real Academia de La Lengua Española LAREA
La pasión (del verbo en latín, patior, que significa sufrir o
sentir) es una emoción definida como un sentimiento muy fuerte hacia una persona, tema,
idea u objeto. Así, pues, la pasión es una emoción intensa que engloba el
entusiasmo o deseo por algo. El término también se aplica
a menudo a un vivo interés o admiración por una propuesta, causa, actividad,
etc. Se dice que a una persona le apasiona algo cuando establece una fuerte afinidad, a diferencia del amor que está más bien relacionado con el afecto y el apego.
Acercamiento.
Antes de venir a La
Argentina, ya sabía que era un país en el que el fútbol es un tema de gran
influencia en sus habitantes; una gran pasión (en Colombia también aunque la
pasión de algunos hinchas en un tanto
proteica, según la situación de su equipo), aunque, nunca imaginé qué tanto.
Estudio con chicos y chicas
amantes del fútbol, estoy rodeada de amigos que viven fútbol, éste deporte ha
sido fuente de inspiración para muchos directores de cine argentino y del mundo, entre ellos
Colombia; así es muy difícil que no me quiera empapar del tema, aunque no sea
mi pasión, pero es muy interesante hablar con ellos y ver en sus rostros tantas
ganas de jugar, tantos deseos de ir a la cancha, de sentir los 90 minutos como
los últimos de su vida.
Pequeñas crónicas:
Claudia
Junio del 2011, Buenos
Aires-Argentina, me encontraba en casa con Claudia, mi compañera de facultad
realizando un trabajo para historia del periodismo, ella se sentía un tanto
inquieta, enfadada, ansiosa; veíamos el partido (al cual ella no pudo asistir
por casusa del TP de periodismo) en mi televisor un tanto arcaico. Yo sabía que
ella era hincha del River Plate, lo que no sabía era con qué intensidad.
Tristemente ese día River bajó a la B contra Belgrano de Córdoba, la situación
hizo que Claudia no asistiera a clases al siguiente día, y que de sus ojos
cayeran lagrimas de dolor por su River del alma.
Claudia
es hincha de River desde pequeña y socia del club hace tres años; fue por primera vez a la
cancha en noviembre de 1997, cuando tenía 15 años, River ganó 2 a 1 frente al Club
Atlético Newell's Old Boys.
“Subí
las escaleras muy rápido, cuando llegué a la tribuna no lo podía creer, casi me
pongo a llorar; fue el día más feliz de mi vida”, me cuenta con una sonrisa que
casi se sale de su cara. Se llevó todo lo referido a un carnaval, porras rojas
y blancas, papel picado, ah, y un anotador; cuando la mujer guardia de
seguridad le pregunta para qué el anotador, ella le explicó: “por si algún
jugador me firma un autógrafo”, esto lo cuenta riéndose piensa que en ese
momento era muy inocente, pero luego aclara, “River es mi pasión”.
Eli
Septiembre
2012, Buenos Aires, Argentina, entro a su cuarto y lo primero que veo es una
camiseta del Club Atlético Boca Juniors firmada por algunos jugadores, sigo y
veo su cubre cama, posters, (un montón de libros, y libros, casi no se puede
caminar por su cuarto, son muchos libros), bufandas y camisetas de uno de los
equipos grandes de Buenos Aires Capital. Ella es hincha del Boca desde pequeña, al igual que
su padre y su hermano, son socios del club y seguidores de éste con ahínco. Va
a la cancha desde muy chica y habla de cada jugador y técnico con tanta
propiedad que asusta.
Eli
no es sólo hincha del Boca Junior, ella es hincha del fútbol, ama el fútbol
como lo amaba su abuela materna, una mujer con un estilo particular, hincha del
Boca en contra de todos sus familiares.
La
pasión también tiene sus matices, y en el caso de Eli ha cambiado su color,
Boca sigue siendo su equipo del alma, parte de su vida y de su profesión. Una
vez que comenzó a estudiar periodismo cambio su visión respecto a la pasión
sobre el fútbol, la dejó en algo más racional.
Aun
así, cuando le pregunté qué era para ella Boca, esto me respondió: “Boca es una pasión que pocos comprenden, un amor
que no se compara con ninguno. Esa emoción que te agarra cuando caminas por las
calles de La Boca con tu gente, tus hermanos. La irracionalidad de abrazarte
con el primero que tengas al lado cuando gritas un gol. Extrañar los colores
cuando no podés ir a la cancha. El pulso acelerado de un penal por patearse. La
indecisión por creer o no en las cábalas.
Boca
es mi vida, aún ahora cuando trabajo en el mundo del deporte. Boca es mi amor,
por Boca he dejado familia, amigos, novios. Boca fue mi primera palabra y
seguramente también sea la última”.
David
Junio del 2012, domingo, La
Plata Argentina; yo hablando, hablado y hablando (como tengo por costumbre) con
mi amigo David, al fondo se escuchaba la narración de un partido de fútbol;
Inglaterra Vs Italia (Penales). Por un momento mi amigo se quedó cómo sin aire,
en la sala se oía un Goooooool, él me miraba desesperado, yo bla, bla ,bla, bla;
él quería salir corriendo, yo bla, bla, bla, bla. El rostro de David cambió de
colores, yo hablaba cetáceo. Rápidamente hizo un alpin pause, me dejó y salió a
ver el gol.
David es colombiano, hincha
de Millonarios uno de los grandes equipos de fútbol de Bogotá. Compró acciones
del club (estrategia de Millonario Fútbol club para salvar al equipo). Como muchos hombres, soñó
con ser futbolista, supongo que uno de los mejores.
En mi vida en Colombia conocí
a hombres que aman el fútbol (mi hermano Alfredo desayunaba, almorzaba y cenaba
fútbol, hacia unos goles maravillosos en sus sueños…hasta caerse de la cama), de hecho nos catalogamos como el país del
sagrado corazón de Jesús, reinas y fútbol; pero nunca conocí antes un hombre
que lo amara tanto, para David es parte de la vida, es una forma de concebirla,
en una escala de importancia es lo más importante de lo importante.
El año pasado Millonarios
quedó campeón de la Liga Postobón, y sumó su estrella 14, lo cual generó mucha
felicidad en él y en muchos hinchas. La felicidad fue extrema. Nadie puede
explicar con palabras lo que hace a un hincha, es algo que se siente y ya, es
sólo de sentir; como escribió alguien en un blog (http://mascausasjustas.wordpress.com/2012/12/17/por-que-seguir-amando-el-futbol/) que llamó la atención de David: La felicidad
de los seguidores al ver su equipo ganar, en un contexto que quizá hayan tenido
un día no tan bueno, o peor, una vida no tan buena, y que así sea por un rato
su vida sea más linda. Ver a los amigos felices por la felicidad del hincha así
no sean del mismo equipo, y en entre otras o entre más…ver la vida con una
enorme sonrisa, “sólo” porque el equipo del alma ganó una copa, sumó una estrella
más y materializó el sueño de muchos.
“Lo que realmente me haría
feliz en la vida, es trabajar en algo relacionado con el fútbol”-dice David con una sonrisa en sus ojos
claros, casi azules, como el azul de Millonarios-.
Petruccelli.
Noviembre de 2012, 10:00am, desayuno
en Mac’donals Buenos Aires, Argentina.
“Che sofi, qué ganas de estar jugando a la pelota. Si me dicen que debo
madrugar a cualquier cosa, me da una fiaca (pereza) pero si me dicen que debo
estar listo a las 5:00am para jugar a la pelota ni lo pienso, sabés…me
levanto con ánimo”.
Para él es inconcebible no
ir un sábado a jugar a la pelota, es un sacrifico realizar otra actividad en
las horas que él tiene para jugar. Al igual que la música (Guitarrista en
Labustrina-espacio publicitario-) leer,
el cine, el fútbol son su pasión; éste la último, su mayor pasión.
En las prácticas de radio,
en nuestras juntadas, en el subte, en los correos que nos enviamos con los
chicos de la facultad respecto a lecturas o lo que sea; siempre, sin falta,
Petru, habla sobre fútbol, Messi y obvio sobre el Independiente Avellaneda.
Habla de Messi con tanta
furia, con tantas ganas, con tanto orgullo de ser argentino y que sea “el mejor
de los argentinos- futbolista-”, como cuando habla Cristina Fernandez de Kitchner, a quien ama
como a su madre, la de él.
“No es que la vida sea sólo
fútbol es que el fútbol es la vida”
Cine
Aun estando en Colombia
había visto algunas películas relacionadas con el fútbol como “El camino de san
Diego”- del director Carlos Sorín, o la
película chilena “Mi mejor amigo” dirigida por Alex Bowen o “Pelota de trapo”, dirigida por Leopoldo
Torres. El último film que vi sobre el tema del fútbol, (Villa, dirigida por Ezio
Massa[1]) dejó en mí una sensación de
una realidad que si bien la veía, no la había sentido. Mi percepción al
respecto era neutra.
Hoy tengo otra
visión sobre el fútbol y la cultura argentina. La pasión argentina por el
fútbol, trasciende límites, ya sea familiar, sentimental, social y hasta
racional. El insertar en el cine el tema del fútbol como hecho social ha permitido
una corroboración de lo importante que para algunos es éste deporte, lo que la esférica
logra hacer en familias, individuos, empresas, ciudades, entre otros. Lo que se
puede hacer por amor al fútbol, todo puesto en escena con mucho de
subjetividad, por supuesto.
Sentir
No es gratis que hoy se haya
incrementado en mí una suerte de seguir más de cerca a mi equipo de fútbol
América de Cali, no soy apasionada con el tema, no es mi pasión; pero ahora veo
con más convención éste deporte, entiendo la felicidad de los hinchas y puedo
compartir con Lio, Petru y Mati la idea de ir a la cancha del Club Atlético Independiente
(equipo adquirido en Argentina, por amor a mis colegas).
La pasión, la alegría del
Gol, la locura del fútbol; es algo indescriptible. Ver llorar a un hombre es un
momento único, he visto lagrimas de felicidad y de tristeza por fanáticos
(hombres y mujeres) futboleros; respiran fútbol, el amor les sale por los poros
y despliegan un aroma que invade y atrapa, incluso al más escéptico en el tema.
Creo en la sana pasión y lo
ideal sería que así fuera, sano, deporte y buen juego. Todo depende de la
persona que lo profesa, así que no se debe generalizar cuando hay violencia,
más bien se deben rechazar los actos violentos con actos de civismo y ejemplo.
Fútbol: Es algo así como
sentir mariposas en el estomago cuando un individuo se enamora. Se comparte, se
sufre, se vive, hay desilusiones y alegrías y se promete amor hasta el final de
los días.
Una pasión más en el país de las pasiones,
ésta, la pasión futbolera.
"Se promete amor hasta el final de los días". Me quedo con esa hermosa frase que usaste para cerrar un post que me puso la piel de pollo (NUNCA de gallina).
ResponderEliminarMe hubiese gustado leer que Mati escriba sobre sus colores :) Amé lo que escribiste de mi, y me siento orgullosa de poder transmitir eso que pones en palabras. Disculpa que te corrija, pero la memoria de mi abuela paterna no me va a dejar en paz sino. Ella fue y siempre será hincha de Independiente (al igual que Lio, Petru y Mati). Y a pesar de que ella siempre fue en contra de los colores azul y oro que rodean a su familia, es por ella y sólo por ella que le tengo un cariño indescriptible a Independiente.
Creo que hoy puedo agregar algo a mis palabras. El sentir el fútbol en la piel y en el alma. Los colores que me acompañan todos los días no se ofenden porque hoy mi corazón lata de nervios viendo los partidos de Independiente también. Porque no es ser hincha del club, pero sí saber que no le deseo a casi ningún fanático tener que vivir un triste momento con su club. Porque las chances de que mis amigos futboleros (Lio, Petru y Mati) tengan un día de tristeza por su equipo, no me hace feliz. Entonces hoy con pura fe acompaño al hincha del Rojo que tengo más cerca, mi siempre fiel Mati. No por sentirme hincha, y ya tampoco por amor a mi abuela, sino por entender la pasión que a veces no puede explicarse en palabras.
Mezclar gritos, desahogos, lágrimas y nervios. Eso siento cada vez que voy a ver a mi Boca. Felicidad en su estado más puro, siempre.